CRONOLOGÍA
Aproximadamente entre el siglo XIV-XVIII.
ESTILO
Arquitectura mudéjar con importantes elementos barrocos.
COMENTARIOS SOBRE LA OBRA
Esta iglesia fue sede del concejo municipal desde el siglo XIV y se convirtió en centro de la vida política, social y religiosa de la localidad.
Su importancia en época musulmana queda testimoniada por las fuentes bibliográficas que insisten en señalar el solar de la iglesia de San Juan como el del primitivo templo visigodo y posterior mezquita de la localidad.
Después de pasar etapas difíciles en el siglo XX, con la quema de sus bienes durante la Guerra Civil Española, hoy, la iglesia se encuentra abierta al culto religioso como templo parroquial y espacio donde desarrollar las funciones promovidas por las Hermandades que allí tienen su sede. El interés de sus ciudadanos por colaborar en las obras de reparación y modernización que en él se acometen son indicios del valor que para el pueblo tiene este emblemático edificio.
La iglesia conserva numerosas obras de arte, como las esculturas de Jesús Nazareno y la Virgen del Mayor Dolor, la Soledad y San Rafael Arcángel del siglo XIX y las pinturas de la Verónica, limpiando el Rostro del Cristo a la salida de Jerusalén, del siglo XVII.
Presenta planta basilical de tres naves, presbiterio poligonal y torre-campanario con chapitel piramidal, haciendo de ella un elemento destacado de la fisonomía del pueblo y emblema de su paisaje urbano. Consta de una capilla bautismal del siglo XVIII, en cuyo interior, alberga una pila bautismal de mármol y granito que, por los antiguos caracteres gravados en ella, se fecha en la época visigótica. En el interior de la iglesia, se conservan tres lápidas funerarias, dos de familias nobles y una que pertenece a un miembro del Santo Oficio.
La iglesia de San Juan Bautista fue catalogada como Monumento Histórico Artístico Andaluz el 28 de julio de 2013
ANECDOTARIO
Esta parroquia fue promovida (y, tal vez, costeada) por los cristianos nuevos que, tras la reconquista, permanecieron en la localidad.
Su advocación al Bautista parece indicar su disposición a integrar a los musulmanes y judíos, que deseaban seguir en el pueblo, frente al cristianismo más intransigente y beligerante de los cristianos viejos, que habían formado la parroquia de Santiago en el barrio que el rey concedió a los caballeros de Santiago, por su ayuda en la conquista.
La rivalidad entre las dos parroquias fue constante a lo largo del tiempo e, incluso, se hizo famosa fuera del pueblo, obligando al arzobispo de Sevilla a clausurar la iglesia de Santiago y dejar como única parroquia la de San Juan. Este hecho provocó un irredentismo de sus feligreses que dura hasta nuestros días. Todavía hoy, la gente del pueblo se considera sanjuanista o santiaguista, provocándose por ello, en repetidas ocasiones, pequeños conflictos, como, por ejemplo, que ciertas familias reclamen que suenen las campanas de Santiago y callen las de San Juan en el entierro de algún allegado y viceversa.
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